Esta casa de planta cuadrada y generosos ventanales tenía grandes posibilidades desde un comienzo. La nueva distribución se basó en tres directrices principales:
- Suprimir el largo y oscuro pasillo, limitando al máximo posible la zona de uso meramente distributivo.
- Separar la zona de uso diurno, más pública y con posibles invitados, de la más privada destinada al descanso nocturno.
- Abrir e interrelacionar los espacios de salón, cocina y comedor, haciéndolos más amplios y luminosos.
Estas decisiones, unidas al diseño de varias soluciones personalizadas -la corredera para la cocina; el mueble de TV con brazo giratorio y la chimenea de bioetanol; el armario zapatero en el dormitorio principal- han dotado a la vivienda de una envidiable versatilidad. Si a todo ello le sumamos unas instalaciones eficientes con un adecuado sistema de control y un toque final de colores y texturas en la decoración… voilà!